Hay un comentario que me gustaria hacer. Es una noción más que nada. El mundo intelectual: los creativos y sus fans. El cual para efectos de este pequeño texto, abarcará poco espacio.
La pregunta que va ser incomoda: ¿Por qué un porcentaje de los artistas, o los que rodean estas farándulas, son personas difíciles y volátiles?
¿?
Es una pregunta que me he hecho en alguna ocasión (en más de una, lo admito). Es como si la insatisfacción personal estuviera ligada a la realidad de ser artista. Una cosa es producto de la otra. ¿Un artista no puede ser feliz? ¿Sus seguidores-fans, no pueden ser personas de apertura y benevolencia? ¿Por qué algunas personas se nutren de sentimientos como la envidia, acciones saboteadoras, resentimientos, desden y rivalidad?
¿Acaso un artista requiere ser una persona infeliz (on the edge) para crear sus trabajos? Nunca compartí esa visión. De hecho, se me hace una forma reducida y estrecha de vivir. Me parece de mundo pequeño, de una vida sin enfoque, sin compromiso o solidaridad.
Por ahí existe un comentario de David Lynch en su interesante libro, “Catching the Big Fish: Meditation, Consciousness, and Creativity”, que afirma que para ser realmente creativo, se requiere estar libre de la negatividad. Liberarse de la obscuridad mental (ignorancia, más que nada) que restringe la expresión real y certera de uno mismo.
La negatividad, en términos de este dialogo, produce trabajos que no benefician a todos, sino a un espectro reducido de consumidores-lectores, que también viven sus vidas en la negatividad, y por ende, entre ambos (creativos y sus fans), crean un mini-sistema de mala-vibra, mala-leche, separatividad, donde, o eres ‘parte del club’, o no.
Pero no hay separatividad. Es solo una ilusión.
La ilusión es el origen de sus problemas.
- - -
Originalmente publicado aquí
Por mi gran culpa
3 years ago
No comments:
Post a Comment