Thursday, July 15, 2010

SUGESTIONES


Esto fue lo que pasó. Estábamos en un evento de la escuela de los niños, y tuve que sentarme aparte porque Ariadna acompañó a una amiga que iba sola. De forma que quedé a unas filas de ella. Pensé que mi situación no era tan dispar y me sentía muy bien. Pero cuando el evento terminó, un amigo me agarró en curva.

—¿Porqué no estabas sentado con Ariadna, porqué estabas solo?

Le tuve que explicar que Ariadna le había hecho el favor a una amiga que iba sola, para que no estuviera sola. Hasta las palabras se atoraron en mi boca, al sentir que debía justificarme por una situación que a mí no me parecía extraña.

Esto es lo que se conoce como ‘aceptar una sugestión’, o ‘heterosugestión’, por su término correcto en psicología.

Ya después Ariadna me comentó que una amiga le preguntó lo mismo, que porqué me había dejado solo. Y quién sabe qué otras personas tuvieron pensamientos similares, pero se los guardan. La gente siempre se guarda estas cosas, luego las comparte en tertulias.

Debo agregar, para mejor entendimiento, que Ariadna teniendo los nervios o sentimientos a flor de piel, se puso a llorar al ver a Constantino en su evento final de la escuela. Sus ojos permanecieron húmedos y sombríos a lo largo del show. Esto agregó peso al drama. Aparte, se rumoreaba que una pareja se había separado, y pensaron lo mismo de nosotros, que nos habíamos separado.


***Texto publicado originalmente en El Zorro.

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