Friday, July 2, 2010

Siempre positiva

La ironía era que mientras su papá era un gran seguidor del pensamiento positivo, un gentleman, ella decía serlo aun más, en teoría, pero en práctica manejaba una contradicción imposible.

Cuando entró a la casa y lo vio sentado platicando con su papá —ella venía de dar una conferencia—, no le ofreció una sonrisa, sino una mueca y un agresivo, ¿y tú qué haces aquí?

—¿Y tú qué haces aquí? —como si sorprendida por la situación, de que él visitara a su papá, pero sin decir primero un hola cómo estás, hace mucho sin verte.

—Visitando a tu papá.

No convencida por la explicación, continuó su rumbo por la casa.

No comments:

Post a Comment

Followers